- Sientes que cada vez estás más desconectada de ti misma y de tu entorno.
- Vives en piloto automático la mayor parte del tiempo y ya no estás presente en tu día a día.
- Experimentas tristeza y desánimo muchas veces e incluso no sientes alegría por actividades que antes disfrutabas.
- Sientes cada vez más inseguridad respecto a ti misma y a tu cuerpo, así que está afectando tu autoestima.
- Quieres mejorar tu vida y sentirte mejor, pero te sientes culpable por querer priorizarse.
- Y en especial, te sientes perdida en tu vida, sabes que necesitas cambiar tu situación, pero no sabes qué hacer ni qué camino tomar.